El Mar Menor

El Mar Menor

 
Con sus 170 km2 de superficie, la albufera del Mar Menor es el lago salado más extenso de Europa. Situado en la costa suroriental de la Península Ibérica, está separado del Mediterráneo por la restinga de la Manga, una franja de arena en la que se abren unos canales o “golas” que ponen en comunicación los dos mares.
 
El Mar Menor tiene 73 km de costa, y a sus orillas se van sucediendo playas de aguas transparentes y poco profundas (la profundidad máxima no es superior a 7 mts.) templadas por el sol y muy ricas en sal y en yodo.

En el sur de este pequeño mar se alzan los islotes de La Perdiguera , Mayor, Redonda, Ciervo y Sujeto, y en la época estival hay excursiones diarias a una de ellas.

En su pequeña historia, los primeros centros encontrados datan del Paleolítico, aunque los asentamientos de los que se tiene más información y de los que se han encontrado más vestigios son de las épocas romana y árabe.

Los romanos apreciaban mucho la zona, donde desarrollaron una importante industria de salazones. Había también un importante tráfico marítimo, de lo que se desprende que tuvo que darse un asentamiento fundamentalmente industrial. Este tráfico era posible porque en la época romana, el Mar Menor estaba prácticamente unido al Mediterráneo. Con el tiempo, ha sufrido un lento y paulatino cierre respecto al Mediterráneo y su aspecto comenzó a ser similar al actual hace unos 1.000 años.

Los romanos lo llamaban Belich y lo citaban como puerto de refugio incluso para naves pesadas, pues contaba con mucha más profundidad.

Antiguas crónicas, como el Libro de Montería de Alfonso X, hablan de la riqueza faunística y la belleza paisajística de esta zona. La Isla del Ciervo conserva el toponímico del animal que la habitó y en Pinatar se cobraban antaño jabalíes y todavía se encuentran tordos, gallinetas, ánades y otras aves acuáticas que hacen la invernada en las tibias aguas de este singular mar.

De la misma manera, en escritos árabes y cartagineses de la época se hablaba de la importancia de las salinas situadas en la zona norte, hoy una de,las zonas húmedas más importantes de Espamp;ntilde;a, así como de las artes de pesca llamadas Encañizadas, que aún hoy se conservan, una vez restauradas.

El paso de todas estas civilizaciones por nuestro Mar Menor le ha dado, desde hace siglos, un talante turístico, tanto a sus gentes como a su forma de vida, y ya hace más de cien años que es considerado como un importante centro turístico internacional.

 

Clima

 
Los inviernos más cálidos y los veranos más suaves. Una primavera constante.
 
El clima es benigno y privilegiado. Tal es así que siempre se ha hablado de la constante primavera del Mar Menor. Goza de los inviernos más cálidos de la Península, propicios para disfrutar de una soleada calma, y de los veranos mas suaves de la costa mediterránea, gracias a las suaves brisas de Levante.

La temperatura media anual es de 17ºC, y las medias mensuales de junio, julio, agosto y septiembre son superiores a los 21ºC. El invierno es muy suave, pues las temperaturas medias de los meses fríos no descienden de los 10ºC.

Otro dato a destacar es el escaso régimen de lluvias, con menos de 300 lm2. al año.

La aridez es aquí fundamental, sobre todo por sus 320 días y 3.000 horas anuales de insolación.

Breves detalles estos que nos conduen al privilegio de saborear un clima de dioses, y que son un atractivo turístico más, convirtiéndose el Mar Menor en un lugar ideal de vacaciones durante todo el año.